Leo con cierto estupor el III Informe elaborado por el"Consell Assessor per a la Transició Nacional" (CATN), dedicado a las
relaciones entre Cataluña y el Estado español.
1) Me sigue sorprendiendo que el documento aparezca con el
sello de la Generalitat, que es una institución del Estado. Es chocante que el
Estado apoye un documento en el que se plantea directamente su destrucción. No
hago una valoración jurídica del caso, me limito a manifestar mi sorpresa como
ciudadano.
2) El documento da por sentada una voluntad mayoritaria de
los catalanes que está lejos de haber sido probada. Reitero -porque es una
evidencia- que en el actual Parlamento de Catalunya tan solo 24 diputados (de
135) llegaron a sus escaños tras participar en las elecciones en listas de
partidos que planteaban de forma directa la independencia de Catalunya.
3) El análisis que hace el grupo de expertos (entre quienes
se cuenta Pilar Rahola, quien hace poco ha reconocido que no se había leído la
Opinión Consultiva del Tribunal de La Haya en el caso de la declaración de
independencia relativa a Kosovo más que cuando se hizo público que estaba citando párrafos falsos de dicha Opinión Consultiva, lo que, seguramente,
debería ser suficiente para que dejara de ser miembro de un
comité de expertos como pretende ser el CATN) plantea algunas incoherencias
(internas al propio informe o a la realidad política), razonamientos
especulativos y debilidades en la argumentación que podrían llegar incluso a lo
risible. Así, por ejemplo:
a) En la p. 5 se indica: "seria absurd concebre aquesta
independència com una via de ruptura amb Espanya".
b) En la p. 9: "I això significa que des de Catalunya
caldria ser especialment curós d'observar en tot moment un capteniment amistós
envers l'Estat espanyol".
c) En las pp. 13-14: "Vista des d'aquesta perspectiva,
doncs, la independització de Catalunya d'Espanya no hauria de comportar
dificultats insalvables per arribar a un grau de relacions i intercanvis
semblant a l'actual. I molt especialment si la negociació de la separació no
posa en qüestió la continuïtat de Catalunya dins de la UE. Però, fins i tot en
l'hipotètic cas que Catalunya en quedés temporalment fora, amb tal que el nou
Estat català s'adherís a tractats como l'esmentat de Schengen, al de l'EFTA
(Associació Europea de Lliure Comerç), a organitzacions europees i
internacionals que són considerades en altres informes d'aquest Consell i a les
noves xarxes i espais que van més enlla de la UE, un cop acomodats a les noves
regles de joc, els intercanvis entre Catalunya i l'Estat espanyol haurien de
tornar a fluir progressivament tan bé com fins ara."
d) En la p. 13: "I serà decisiu trobar les millors
fórmules de respecte a les minories nacionals, culturals i lingüístiques que
determinarien la hipotètica realitat d'una Catalunya independent".
e) En la p. 15: "Es tractaria de proposar la creació
d'un Consell Ibéric, a l'estil del "The Nordic Council (Annex 1.2), format
pels quatre Estats de la península: Espanya, Portugal, Catalunya i
Andorra"
f) En la p. 16: "Es tractaria, en definitiva, de
proposar la creació d'un Consell entre l'Estat espanyol i l'Estat català, amb
l'objectiu de buscar les màximes sinèrgies de cooperació entre els dos
països."
g) En la p. 19: "És per això que a l'hora d'imaginar
una nova realitat estatal per a Catalunya, una de les primeres qüestions que es
formulen és la de com quedaria afectat l'espai de les competicions
esportives."
h) En la p. 20: "Res no impediria, per exemple, que el
FC Barcelona, el RCD Espanyol i la resta d'equips que ara participen a lligues
espanyoles, seguissin participant a la mateixa Lliga de Futbol
Professional."
He destacado en negrita algunas ideas que me parecen
especialmente llamativas y que, creo, pueden ilustrar el tono general del
Informe; y que no es otro que el que esto de la independencia es una cosa que
no tiene ninguna importancia, que carece de transcendencia y que no va a
implicar ningún cambio relevante en la vida de las personas; excepto, claro,
que todos seremos más libres, ricos y felices, añado yo a partir de la
propaganda sobre la independencia que todos oímos desde medios, políticos
afines y ciudadanos convencidos.
Esta idea de que la independencia es una menudencia está ya
en la p. 5 del escrito, en el que se dice, sorprendentemente, que la
independencia no puede concebirse como una vía de ruptura con España; pero ¿qué
es la independencia si no una ruptura? En otras ocasiones ya he comentado que
me encuentro con muchas personas que no saben realmente lo que es la
independencia, que no asumen que tras la independencia las relaciones entre
Cataluña y España podrían ser mejores o peores, pero que en cualquier caso se
desenvolverían en el ámbito internacional, no en el interno, que Cataluña sería
para España lo que ahora es Portugal, Namibia o Canadá; otro Estado con el que
la cooperación se realizaría en el marco que ofrece el Derecho internacional,
que es sustancialmente diferente al interno. Todo este Informe del CATN, en el
que se parte de la necesidad de tras la independencia recomponer relaciones, no
es más que un cómic en el que se profundiza en esta idea absurda por irreal y
que tan bien se resume en esa frase que es una pura contradicción sin sentido: "la
independencia no puede concebirse como una vía de ruptura con España".
Para conseguir esto el Informe parte de que en el proceso
desde Cataluña debe mostrarse una actitud amistosa hacia el Estado español.
Bien, eso choca, evidentemente, con campañas como la de "España nos
roba" o con el persistente propósito de presentar a España como un Estado
con una democracia imperfecta, con tintes autoritarios, en ocasiones vinculados
al tradicional atraso del pueblo español y a su incapacidad para insertarse en
la modernidad (alguna referencia a esto incluso en este informe, ya que se
plantea la historia del encaje de Cataluña en España ha sido siempre leal desde
Cataluña y orientada a la modernización de España, con tradicionales
dificultades para la regeneración y la modernización -p. 5-).
Este planteamiento de una secesión que no supondría
prácticamente alteraciones en la sociedad queda reflejado en el Informe cuando
se dice y repite que no deberían existir dificultades para mantener el mismo
grado de relaciones entre Cataluña y el resto de España (tras la independencia,
España). Ahora bien, es evidente que esto no es más que pensamiento ilusorio
que se basa en una falsedad y en algunas manipulaciones.
La falsedad es sostener, aunque sea como hipótesis que la
independencia no supondría la salida de la UE. Ya sabemos que éste ha sido un
planteamiento nuclear del independentismo (recordemos el lema de la Diada del
año 2012, "Catalunya, nou Estat d'Europa" y que se ha recurrido a los
argumentos jurídicos más absurdos para defender la continuidad catalana en la
UE, como, por ejemplo, "la ampliación interna". A día de hoy tal
debate debería estar definitivamente cerrado tras el Comunicado del Presidentedel Consejo, Herman Van Rompuy, del pasado 12 de diciembre. Reproduzco a
continuación el comunicado:
"I will make three points. First, it is not for me to
express a position on questions of internal organisation related to the
constitutional arrangements in a Member State.
Second, I just want to recall some of the principles that
would apply in such a scenario. The separation of one part of a Member State or
the creation of a new State would not be neutral as regards the EU Treaties.
The European Union has been established by the relevant treaties among the
Member States. The treaties apply to the Member States. If a part of the
territory of a Member State ceases to be a part of that state because that
territory becomes a new independent state, the treaties will no longer apply to
that territory. In other words, a new independent state would, by the fact of
its independence, become a third country with respect to the Union and the
treaties would, from the day of its independence, not apply anymore on its
territory. Under article 49 of the Treaty on European Union, any European State
which respects the principles set out in Article 2 of the Treaty on European
Union may apply to become a member of the Union according to the known
accession procedures. In any case, this would be subject to ratification by all
Member States and the Applicant State.
Third and more personally, I am confident that Spain will
remain a united and reliable Member State of the European Union."
Tras este comunicado del Presidente del Consejo seguir
planteando como hipótesis la continuidad de Cataluña en la UE tras la
independencia es un ejercicio o de voluntarismo o de cinismo; máxime tras la ratificación del mismo por el Presidente de la Comisión en su respuesta a la carta remitida por Artur Mas a finales de diciembre; pero,
evidentemente, la salida de la UE no encaja con esta presentación de la
independencia como algo completamente inocuo, casi trivial y por eso se insiste
contra toda lógica en esta posibilidad o en alternativas, tal como se hace en
el Informe que, sin embargo, tampoco son realistas (véase en este sentido el
artículo de Víctor Andrés Maldonado en El País el 19 de diciembre).
En realidad la independencia plantea más interrogantes que
los que algunos nos quieren hacer creer; y de solución no sencilla
precisamente. Dudo que si todos fuéramos conscientes de las implicaciones que
tiene este cambio esencial en la organización política de Europa nuestra
principal preocupación fuera en qué Liga iban a jugar el Barça o el Español,
tal como nos quiere hacer creer el Informe (p. 19).
Por cierto, en el Informe se apunta también la necesidad de
que en una futura Cataluña independiente se tuviera en cuenta la situación de
las minorías nacionales, culturales y lingüísticas (p. 13) ¿entre estas
minorías estaría el 50,7% de los catalanes mayores de 14 años que actualmente,
y tal como reconoce el propio informe, tienen el castellano como lengua de
identificación personal (p. 11)?
Finalmente ¿tiene algún sentido que el CATN plantee la
creación de organismos internacionales en los que se integren España, Portugal,
Andorra (por cierto ¿qué hay de Gibraltar?) que hasta ahora Estados soberanos
como España y Portugal no se han planteado ¿no es esto pensamiento ilusorio?
Me produce consternación comprobar la deriva de la situación
en Cataluña. Con una población dividida, utilizando con frecuencia medias
verdades o directamente mentiras (ahí está reciente la falsificación de la
decisión del Tribunal de La Haya sobre la declaración de independencia relativa
a Kosovo), con un escasísimo respeto institucional, se están dando palos de
ciego con una acentuada dosis de "amateurismo" que no auguran nada
bueno. A mi no me parece imposible que Catalunya sea un Estado independiente si
así lo quieren la mayoría de los catalanes y se consigue la complicidad del
resto de los españoles; pero el camino que se está siguiendo no es el camino,
ni muchísimo menos.
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